lunes, 30 de junio de 2008

INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN

La función fundamental de la tecnología es la incrementar nuestra capacidad de comunicar
información. ¿Qué es “información”, y que significa “comunicarla”?

Paisley (1980) sugiere dos maneras de definir la información: por vía estructural y por vía funcional. En términos estructurales, la información es “una codificación de símbolos ( por ej. letras, números, figuras) en un mensaje /…/ comunicado a través de un canal cualquiera”. Esos símbolos codificados asumen múltiples formas. En términos funcionales, respecto de su acción, Paisley afirma que la información designa “cualquier estímulo que modifica la estructura cognitiva del receptor /…/ algo que el receptor ya conoce no es información”. O bien, dicho en las palabras de Stafford Beer, la información es lo que nos cambia (citado por Knott y Wildavsky, 1981).
La información es “una diferencia de materia-energía que modifica el grado de incertidumbre /…/ allí donde existe una opción entre una serie de alternativas” (Rogers y Kincaid, 1981). ¿Qué quiere decir una diferencia de materia-energía? Estas diferencias se presentan en el mundo físico como diferencias que los seres humanos pueden percibir. Así, merced a la vista y el tacto podemos sentir, si bien imperfectamente, diferencias de forma. Asignamos significados a lo que sentimos, y partir de tales precepciones nos construimos una realidad psicológica. Percibimos palabras impresas, y cad quien interpreta lo que quieren decir; o bien escuchamos un trozo de música y cada cual lo interpreta a su manera. Usamos pues, las diferencias en materia-energía para modificar el grado de incertidumbre que tenemos acerca de lo que sabemos. Nada nos enseñan aquellos mensajes que no contribuyen a a resolver dicha incertidumbre (Pierce, 1961). Pretendemos que la información aumente nuestra comprensión.
La comunicación humana consiste en intercambios de información, o sea, de diferencias en materia-energía. La educación entraña, sin duda, dicha comunicación. Aquí la nueva tecnología de la información se pone a nuestro servicio para almacenar, recolectar, seleccionar, transformar, enviar o exhibir información. La educación puede sacar partido de esa tecnología.

Modelos de Comunicación
Los modelos de comunicación humana: el más conocido es el de Shannon y Weaver (1949), en él, una fuente de información emite un mensaje que es convertido en una señal o serie de señales por un transmisor. Esta señal se mezcla o se contamina en su ruta con “ruido”, vale decir, con diversos tipos de interferecias no deseadas que provienen de otras tantas fuentes de ruido. Una vez recibida, la señal es decodificada por el receptor, reconvirtiéndola en un mensaje parecido al original, que es lo que el receptor (o destino) recibe.
El modelo de Shannon y Weaver parece llano y sencillo. Admite la existencia de una codificación y una decodificación. Toma en cuenta el problema de la interferencia. El término “ruido” fue tomado de la ingeniería eléctrica y designa una interferencia electromagnética. Como todo sabemos por nuestra experiencia cotidiana, el ruido que acompaña la señal torna más difícil decodificarla con exactitud.
No obstante, a este modelo se le ha reprochado su carácter lineal. O sea, solo da cuenta de los actos de emisión y recepción. Es un modelo unidireccional, que tiene su origen en la ingeniería. Las emisoras radiales, por ejemplo, se consideraban a sí mismas fundamentalmente como responsables de emitir mensajes, y a lo sumo de reducir el ruido al mínimo, pero no de recibir mensajes. Por ende, las companías de radio destinaban la mayoría de sus recursos a la producción y transmisión de programas más que a la recepción de opinión de los oyentes.
A fin de convertir el modelo de Shannon y Weaver en bidireccional, hay que añadirle un canal de realimentación, dotado de transmisor, codificación, ruido, decodificación y receptor, para manejar los mensajes que vuelven del receptor al emisor. Se diría que simplemente tenemos que invertir la dirección del modelo anterior, pero lo cierto es que en el nuevo modelo se opera simultáneamente en ambas direcciones.
El modelo de Shannon y Weaver, también se lo criticó por no dar cuenta de la compleja naturaleza de las relaciones entre los hombres, explicaciones demasiado simplificadas de nuestros procesos de comunicación.
¿Qué características debe tener un modelo que pretenda explicar las funciones de la nueva tecnología de la información? En primer término, debe ser bidireccional: sus canales deben dar cabida a un tráfico en dos direcciones. En segundo término, debe incluir todas las funciones; y tercero, debe mostrar de qué manera se integran éstas. Lo ideal sería que mostrase las complicaciones tanto de la comunicación entre seres humanos como entre un ser humano y una máquina.
Elaboración de la Información.
Crear “diferencias en materia-energía” para que otros las perciban como información. Podemos leer un libro como si fuera una “creación” original y, sin embargo, reconocer ampliamente que tanto ese libro como cualquier otro incluyen amalgamas de información recogida, seleccionada y transformada.
La recolección de información pueden demandar canales que permitan traerlas de fuentes o dépositos de muchas clases, desde muchos sitios y en muy variadas formas. La velocidad con que esa información quede a nuestro alcance dependerá de la capacidad de tales canales.
La selección de información precede y sigue a su recolección.Una recolección totalmente indiscriminada origina una sobrecarga informativa, y por ende hay que seleccionar. Para incluir cierta información, otros para excluirla y, para tamizarla en categorías.
La transformación de la información recogida y seleccionada implica su ubicación y reordenamiento, y su preparación a fin de ser presentada de diversas maneras. La función de transformación requiere la capacidad de manipular la información, analizarla y sintetizarla a gran velocidad y con suma flexibilidad.
Emisión y recepción.
La emisión y la recepción son otras dos funciones que la nueva tecnología cumple, mejorando la transmisión. Una clase incluye a los que se basan en ondas o impulsos eléctricos transmitidos a través de cables o conductores similares; una segunda clase abarca todo lo relacionado con la emisión de ondas o impulsos electromagnéticos a través de la atmósfera, y una tercera clase, los aparatos y sistemas que dependen de la transmisión de impulsos luminosos producidos por rayos láser.
Almacenamiento y exhibición.
La información es alamacenada de muy diversas maneras, y la nueva tecnología torna mucho más factible la conversión a las formas más económicas. Miles de páginas de texto pueden almacenarse en copias magnéticas muy compactas registradas sobre una cinta o disco. Millones de “bits” de información pueden acopiarse en las muescas microscópicas de un videodisco para exhibirlas como imágenes sonoras de televisión en color.
Integración.
Gracias a la nueva tecnología, que combina en pequeños o grandes sistemas los componentes de la entrada y la exhibición, el almacenamiento y la transmisión, la selección y la transformación de la información, se ha tornado posible integrar estas funciones. L a seguridad técnica aumenta con una mayor integración, y los costos tienden a bajar. Esta integración es cada vez mayor, en la medida en que son más los componentes del sistema que utilizan códigos digitales y que resultan compatibles con equipos de computación capaces de procesar la información.
Resumen del libro de HAWKRIDGE, DAVID: “Informática y Educación. Actuales aplicaciones”, de las páginas 23-28. Digitalizado por Pía Yesica Noviasky, alumna de la Cátedra TICs del Profesorado en Tecnología. Instituto de Educación Superior Nª 6.001 “ Manuel Belgrano”, ex Normal.

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